Guía de audioYıldız Park

Yıldız Parkı

Parque público a las afueras, con cafeterías y, en lo alto de una colina, un palacio otomano del siglo IX que alberga un museo.

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El Parque Yıldız, situado en la animada zona de Beşiktaş en Estambul, es uno de los espacios verdes públicos más extensos de la ciudad y ofrece un remanso de tranquilidad lejos del bullicio urbano. Hace siglos, en la época bizantina, este terreno era un bosque silvestre. Tras la llegada del Imperio Otomano, se convirtió en un coto de caza reservado para los sultanes y su séquito, quienes venían en busca de sosiego y privacidad.

A finales del siglo diecinueve, el Parque Yıldız pasó a ser el corazón de los jardines del Palacio Yıldız. El propio palacio fue construido como refugio seguro y discreto para los gobernantes otomanos, alejados de las concurridas residencias junto al Bósforo. Durante mucho tiempo, altos muros aislaban estos jardines, donde solo los integrantes de la corte podían disfrutar de las colinas, los prados llenos de flores y los senderos serpenteantes.

Con el paso del tiempo, el parque fue transformándose, al igual que la ciudad. Ya en las primeras décadas del siglo veinte, se abrieron al público algunas de sus áreas. Hoy, el Parque Yıldız recibe a todas las personas con los brazos abiertos, fusionando el legado real con la vida cotidiana de Estambul. Sus históricos pabellones, como Çadır, Malta y Şale, que un día sirvieron para banquetes y alojamiento de huéspedes distinguidos, hoy albergan acogedores cafés y elegantes restaurantes. Sus estilos arquitectónicos—ventanas arqueadas, escalinatas imponentes y delicados detalles en azulejo—cuentan historias de épocas fastuosas, mientras ofrecen una hospitalidad cálida a quienes lo visitan en la actualidad.

Quienes pasean por el parque pueden descubrir arboledas de robles, tilos plateados, magnolias y castaños de Indias, en medio de una variedad vegetal traída de distintas partes del mundo. Lagos pequeños, encantadores puentes y fuentes antiguas evocan el arte otomano. Un rincón singular es la fábrica de porcelana, que aún produce cerámica con diseños tradicionales, como en la época en que los sultanes valoraban las artesanías más refinadas.

A lo largo de las décadas, el parque ha vivido restauraciones y cambios de administración—pasando de manos reales a dirigentes estatales, y luego al gobierno de la ciudad—hasta convertirse en un auténtico museo viviente. En el Parque Yıldız, el legado imperial de Estambul se entrelaza con la alegría de los picnics, las caminatas matutinas y las charlas bajo la sombra de los árboles.

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