Guía de audioYıldız Palace
Yıldız Sarayı
Opulento palacio otomano del siglo XIX, con interiores majestuosos, pabellones y jardines.
El Palacio de Yıldız, cuyo nombre significa “Palacio de la Estrella”, se alza sobre una colina verde que domina el animado barrio de Beşiktaş, en Estambul. A diferencia de los grandes palacios otomanos que flanquean las orillas del Bósforo, Yıldız fue creado para la privacidad y la seguridad, oculto entre antiguos plátanos orientales y coloridos jardines.
Hace siglos, estas tierras eran bosques de caza para los sultanes otomanos. Con el tiempo, pequeñas construcciones y jardines empezaron a aparecer en las laderas. La verdadera historia de Yıldız como palacio comenzó a finales del siglo dieciocho, cuando un sultán construyó aquí una residencia de verano para su madre. Más tarde, atraídos por la tranquilidad que ofrecía este lugar, lejos del bullicio y los riesgos de la costa, otros gobernantes ampliaron la propiedad. Para finales del siglo diecinueve, el sultán Abdülhamid Segundo transformó Yıldız en un vasto complejo palaciego y lo convirtió en el corazón del poder del Imperio Otomano.
Recorrer Yıldız hoy es transitar entre diferentes edificios, cada uno con su propio carácter y una historia que contar. Los impresionantes Apartamentos de Estado, conocidos como Büyük Mabeyn, recibieron en su día a monarcas extranjeros y huéspedes ilustres. Cerca de allí se encuentra el Pabellón Şale, un elegante ejemplo que fusiona la arquitectura otomana con influencias europeas, donde destacan los grandes salones decorados con nácar y alfombras tejidas a mano. El propio sultán Abdülhamid, amante de la carpintería, llegó a fabricar muebles en este lugar.
No muy lejos, llama la atención la Fábrica Imperial de Porcelana, construida a finales del siglo diecinueve, con sus muros que evocan un castillo. Allí se creaban delicadas piezas de vajilla para la corte otomana, muchas veces pintadas con escenas ideales de las aguas de Estambul.
En los jardines del palacio, antiguamente florecían especies raras traídas de distintos continentes. Con el tiempo, estos tranquilos jardines recibieron a los habitantes de la ciudad como un refugio donde escapar del ritmo urbano. En uno de los pabellones, una colección expone finas porcelanas y objetos personales del sultán: desde peines de plata y pequeños espejos, hasta libros manuscritos ordenados en robustas estanterías de nogal.
El conjunto también alberga la mezquita de Yıldız, donde se mezcla la tradición otomana con el estilo neogótico, y una original torre del reloj de arcos apuntados y una cúpula elaborada, construida en el mismo periodo de finales del siglo diecinueve.
Yıldız fue mucho más que un símbolo de lujo imperial; sus muros presenciaron momentos clave de la política otomana, como juicios célebres contra altos funcionarios. Tras el fin de la era de los sultanes, el palacio asumió nuevos roles: primero casino, luego casa de huéspedes y, recientemente, tras una cuidadosa restauración, museo.
Al caminar por sus pasillos silenciosos o bajo techos dorados, se puede imaginar tanto grandes celebraciones como episodios llenos de misterio. La colección del palacio reúne recuerdos de la vida cotidiana de la corte, obras de arte y valiosas fotografías en blanco y negro de Estambul que evocan a las personas y los momentos que hicieron de este lugar una auténtica “estrella” entre los tesoros reales de la ciudad.