Guía de audioMuseo arqueológico de Estambul
İstanbul Arkeoloji Müzeleri
Museo neoclásico que exhibe la vasta herencia arqueológica del país dentro de jardines cuidados.
Entre los apacibles jardines cercanos al corazón histórico de Estambul, los Museos de Arqueología de Estambul te invitan a recorrer miles de años de historia y atravesar continentes con cada paso. Inaugurado a finales del siglo diecinueve, este edificio fue el primer museo de Turquía construido especialmente para este fin, tomando como modelo a los grandiosos museos europeos. La historia del museo comenzó cuando un grupo de líderes otomanos decidió reunir los tesoros de la nación bajo un mismo techo. En sus primeros tiempos, se le conocía como el Museo Imperial. Con el paso de los años, las colecciones crecieron tanto que superaron los límites de su primer alojamiento. Ese primer espacio fue una antigua iglesia. Entre sus fundadores se encontraba Osman Hamdi Bey, destacado pintor y arqueólogo, quien no solo dio forma al museo, sino también a la manera en que el país preserva su patrimonio histórico.
Hoy en día, el complejo abarca en realidad tres museos, cada uno con una personalidad propia. El Museo Arqueológico principal se alza en todo su esplendor neoclásico, con columnas de piedra que evocan la arquitectura de los templos antiguos. Frente a un patio frondoso, se encuentra el Quiosco de los Azulejos. Este quiosco fue edificado a finales del siglo quince por el sultán Mehmed el Conquistador. Sus deslumbrantes azulejos azules son una muestra temprana del arte otomano, con influencias del estilo persa. El Museo del Antiguo Oriente, que en sus orígenes fue una academia, hoy alberga piezas de las primeras civilizaciones de Anatolia, Mesopotamia y Egipto.
El ambiente en el interior es de calma y recogimiento. Los pasillos de mármol te conducen entre sarcófagos tallados con escenas de batallas y rituales, incluido el célebre Sarcófago de Alejandro. Muy cerca, esbeltas estatuas y relieves minuciosos evocan las épocas griega, romana y bizantina. Uno puede detenerse frente a una tabla de arcilla que conserva el tratado de paz más antiguo del mundo. También es posible maravillarse ante la imponente figura de un león que alguna vez custodiaba las maravillas perdidas de Halicarnaso.
Estos y otros tesoros provienen de territorios que alguna vez estuvieron unidos bajo el Imperio Otomano, reuniendo relatos que van desde los Balcanes hasta la península arábiga. Al reunir y exhibir estas maravillas, el museo no solo protege el legado de Estambul —conocida antes como Bizancio y Constantinopla—, sino que también rinde homenaje al mosaico de culturas que han dado forma a la historia mundial. Actualmente, los Museos de Arqueología de Estambul son un verdadero puente entre Oriente y Occidente y, también, entre lo antiguo y lo moderno, permitiendo a cada visitante conectar con el pasado compartido de la humanidad.