Guía de audioMezquita de Ortaköy
Büyük Mecidiye Camii
Mezquita restaurada de estilo neobarroco cuyas ventanas están diseñadas para dejar pasar la luz del Bósforo.
Ubicada justo a orillas del Bósforo, en el animado barrio de Ortaköy de Estambul, la Büyük Mecidiye Camii —conocida por muchos como la Mezquita de Ortaköy— atrae miradas tanto por su belleza como por su historia. Su construcción finalizó a mediados del siglo diecinueve, cuando el sultán Abdulmecid Primero buscaba erigir un nuevo símbolo que reflejara el dinamismo de su época. Para ello, confió el proyecto a Garabet y Nigoğos Balyan, un célebre dúo de arquitectos padre e hijo, reconocidos por dejar su huella en los palacios más espectaculares de la ciudad. La mezquita supuso un antes y un después, fusionando los elementos clásicos de la arquitectura otomana con detalles audaces del barroco europeo.
Desde fuera, llaman la atención el elaborado trabajo en piedra, los dos esbeltos minaretes —cada uno con su propio balcón ornamentado— y la majestuosa escalinata de entrada. Bajo el imponente domo único, se extiende una sala de oración cuadrada y luminosa, rodeada de enormes ventanales. Estos ventanales no solo llenan el recinto de luz; también están ubicados estratégicamente para captar los matices cambiantes del Bósforo, reflejando en el interior los tonos azules y dorados del agua. En el interior, las paredes se iluminan con mosaicos rosados, el mihrab y el púlpito de mármol exhiben delicadas tallas, y la caligrafía ornamentada destaca el trabajo del propio sultán.
La Büyük Mecidiye Camii ha resistido numerosas adversidades: terremotos, incendios y décadas de desgaste. En cada ocasión, minuciosas restauraciones la han devuelto a su esplendor, conservando tanto su estructura como el cruce de culturas que representa. Al visitarla, uno se encuentra en el punto de encuentro entre el Estambul antiguo y el moderno. Afuera, la plaza junto al agua bulle de vida, con cafeterías y puestos de comida callejera muy concurridos, mientras, muy cerca, el puente une dos continentes. La historia de la mezquita está íntimamente ligada al latido diario de la ciudad, y permite asomarse tanto al pasado diverso como al presente vibrante de Estambul.