La Büyük Çamlıca Camii, situada en la zona asiática de Estambul, se alza sobre la colina más alta de la ciudad y ofrece unas vistas impresionantes del Bósforo y sus alrededores. Inaugurada a comienzos de la primavera de dos mil diecinueve, esta mezquita monumental es la más grande construida en la historia moderna de Turquía, dando la bienvenida a decenas de miles de personas para la oración, la reflexión o simplemente para descubrir su variada programación cultural.
El proyecto comenzó a gestarse a principios del siglo veintiuno, mediante un concurso público de arquitectura que generó un intenso debate sobre el futuro de la histórica y verde colina de Çamlıca. La propuesta seleccionada logró unir elementos de la arquitectura otomana clásica—en especial el legado del célebre Mimar Sinan del siglo dieciséis—con innovaciones de ingeniería enfocadas en la seguridad ante terremotos.
La cúpula principal se eleva a más de setenta metros de altura, como símbolo de las muchas naciones que han hecho de Estambul su hogar. Su anchura, de casi treinta y cinco metros, alude al conocido prefijo telefónico de la ciudad. La mezquita está coronada por seis esbeltos minaretes que evocan los seis pilares de la fe islámica; cuatro de ellos superan los cien metros y cada uno conmemora un año clave en la historia medieval de Turquía.
Las arquitectas responsables del diseño, Bahar Mızrak y Hayriye Gül Totu, pusieron especial empeño en atender las necesidades de las mujeres, incorporando accesos diferenciados, salas de oración específicas, espacios para niños y zonas destinadas a las abluciones.
Además del espacio destinado al culto, este complejo es un punto de encuentro dinámico, donde los visitantes pueden recorrer un gran museo, acceder a una biblioteca bien provista, utilizar salas de conferencias y disfrutar de una galería de arte. Gracias a estas instalaciones, la Büyük Çamlıca Camii se consolida no solo como un centro espiritual, sino también como un referente cultural en Estambul.
Por su ubicación, la mezquita traza una conexión visual con la famosa Mezquita de Süleymaniye, creando un nuevo hito en el perfil urbano moderno sin perder el vínculo con tradiciones centenarias. Mientras que algunos celebran su diseño audaz y su carácter inclusivo, otros consideran que su monumentalidad resulta excesiva para un lugar conocido por su belleza natural o cuestionan el uso del terreno público.
En el interior, la luz se filtra a través de vitrales y se posa sobre azulejos azules y blancos y vastas alfombras. Cada detalle está cuidadosamente pensado: desde el mayor remate en forma de media luna del mundo que brilla sobre la mezquita, hasta la caligrafía resplandeciente; todo ello fusiona tradición y modernidad para crear una atmósfera de grandeza y hospitalidad. La atención al detalle, incluida la estructura resistente a los terremotos, refleja el espíritu actual de Estambul: respeto por la historia, mirada hacia el futuro y apertura para todos.