Guía de audioIstanbul Aquarium
İstanbul Akvaryum
Acuario enorme con unas 1700 especies en numerosos tanques de gran tamaño, una tienda de regalos y locales para comer.
En la parte europea de Estambul, a pocos pasos de las orillas del mar de Mármara, se encuentra el Acuario de Estambul: un destino donde la modernidad y la antigua cultura marítima se unen en armonía. Este acuario de primer nivel abrió sus puertas en el verano de dos mil once, tras casi una década de planificación, rediseños y construcción. Concebido en dos mil tres como un proyecto de la ciudad, se hizo realidad gracias al esfuerzo de la administración municipal de Estambul, con el apoyo de empresas locales y expertos internacionales. El resultado es mucho más que una gran colección de peceras: es un homenaje tanto a los mares del mundo como al papel histórico de Estambul como punto de encuentro entre continentes.
La visita propone un recorrido inspirado en legendarias rutas de comercio y migración. Cada espacio temático —desde las aguas frías y azules del mar Negro hasta los arrecifes vibrantes del Pacífico— recrea ambientes marinos con todos sus colores, sonidos e incluso fragancias. A lo largo de diecisiete zonas distintas, incluyendo escenarios impresionantes como el Mediterráneo y una selva tropical exuberante, el visitante descubre más de mil quinientas especies, con casi quince mil ejemplares en total. Aquí se pueden ver animales tanto de aguas turcas como de océanos lejanos. El diseño integra referencias locales y detalles históricos: maquetas de barcos, monedas antiguas y murales reflejan la rica tradición marinera de Estambul, mientras las pantallas digitales y exhibiciones interactivas cuentan historias tanto de la naturaleza como del pasado humano.
Ser parte de la Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios garantiza no solo un cuidado responsable de los animales, sino también una experiencia inmersiva a través del arte, el sonido y la tecnología interactiva. Gran parte del atractivo de este lugar radica en su capacidad para unir esparcimiento y aprendizaje; funciona tanto como un enclave de ocio elegante como un vibrante tributo al duradero vínculo de Estambul con el mar. Los cafés permiten disfrutar de momentos de calma con vistas panorámicas al mundo acuático, y la tienda de recuerdos recoge la esencia de un recorrido en el que la sorpresa y el asombro van de la mano. El Acuario de Estambul sigue reforzando la imagen de la ciudad como punto de encuentro entre mundos, donde cada visita es, al mismo tiempo, una aventura y un viaje cultural.