Guía de audioParque Gülhane
Gülhane Parkı
Parque boscoso, tranquilo e histórico con jardines, senderos, un arroyo y un museo de ciencias.
El parque Gülhane, situado en el corazón de Estambul junto al majestuoso palacio de Topkapı, combina una historia profunda con la serenidad de la vida cotidiana. Hace siglos, durante la época del Imperio Otomano, este terreno formaba parte de los jardines exteriores del palacio, donde los poderosos sultanes y su corte disfrutaban de espacios privados rodeados de arboledas y rosales. Con las transformaciones de la ciudad a principios del siglo veinte, los jardines se abrieron al público y cualquier persona, sin importar su condición, pudo pasear por senderos antes reservados a la realeza.
Uno de los momentos clave de este lugar ocurrió hace casi dos siglos. En el otoño de mil ochocientos treinta y nueve, aquí se pronunció un discurso decisivo que marcó el inicio de las reformas en todo el imperio y que defendía la igualdad de todos los ciudadanos, sin importar sus creencias. Es lo que se conoce como el Edicto de Gülhane: un primer paso hacia la modernización, cuyas voces de cambio aún resuenan bajo los árboles centenarios.
El parque revela señales de su pasado en cada rincón. Entre los senderos serpenteantes se alza la imponente Columna de los Godos, un monumento de época romana que conmemora una victoria. Cerca de allí, las estatuas rinden homenaje a grandes figuras de la cultura turca, como el poeta Âşık Veysel o Atatürk, el líder modernizador; aquí mismo impartió su famosa lección con la que introdujo el nuevo alfabeto turco.
Gülhane también refleja el espíritu innovador de la ciudad. En las antiguas caballerizas del palacio hoy se encuentra el Museo de la Historia de la Ciencia y la Tecnología en el Islam, donde se exhiben modelos de inventos que impulsaron el avance de la ciencia en el mundo islámico medieval: instrumentos para astronomía, medicina y mucho más. Estas exhibiciones demuestran que la búsqueda del conocimiento trasciende las fronteras del tiempo y la cultura.
En los últimos años, el parque ha experimentado una notable renovación. Se eliminaron estructuras de cemento antiguas y volvieron a la luz los grandes árboles plantados en el siglo diecinueve. Paseando por avenidas bordeadas de castaños y plátanos, se percibe una calma apacible, solo interrumpida por el canto de las aves —a veces coloridas cotorras o elegantes garzas que anidan en las copas.
Gülhane se llena de vida con eventos culturales durante todo el año. La principal celebración es el Festival de la Rosa, que cada primavera perfuma el aire y atrae música, danzas y ferias artesanales entre los jardines en flor. Por todo el parque, restos antiguos —columnas derruidas, puertas del palacio, cisternas bizantinas— recuerdan que la historia del lugar se extiende desde los días de emperadores y sultanes hasta el Estambul actual.
A pesar de sus raíces profundas, Gülhane es un parque de todos. Los vecinos disfrutan del té bajo la sombra de árboles monumentales; parejas y familias pasean por los senderos frescos, y desde ciertos rincones se avistan los destellos del Bósforo. Cultura y naturaleza conviven aquí en medio del bullicio urbano: una isla verde donde la historia sigue viva y la vida moderna late a un ritmo más pausado, ofreciendo un refugio apacible y lleno de historias para cada visitante.